El estado de Massachusetts, en Estados Unidos, cuenta con más de
80.000 trabajadores en el ámbito de ciencias de la vida y constituye uno de los
clústeres de referencia internacional: sus 400 empresas biotecnológicas
producen el 8% de la cartera mundial de fármacos. Aún resulta más significativo
que en Massachusetts, entre el 2001 y el 2008, los trabajadores del sector de
las biociencias aumentaran en un 42%, mientras otros sectores productivos
perdían más de 56.000 puestos de trabajo.
El mercado biofarmacéutico global ascenderá a 880.000 millones de
dólares este año, con un crecimiento superior al 5% respecto al año 2010,
debido en gran parte a la irrupción de empresas de los mercados emergentes,
como es el caso de China. En el 2010, la mitad de las biofarmacéuticas que
salieron a bolsa en todo el mundo eran chinas, y se prevé que el mercado
biofarmacéutico chino crezca más del 25% en este 2011.
Más allá de la salud, la biotecnología aporta soluciones
innovadoras a algunos de los grandes retos que el mundo actual tiene
planteados, como la alimentación (que ha de cubrir las necesidades de una
población que alcanzará los 8.300 millones de personas en el 2030); la energía
(para cubrir una demanda que se prevé que haya aumentado un 50% en el 2025); o
el medio ambiente (que demanda procesos de producción más eficientes y menos
contaminantes, que garanticen la sostenibilidad de recursos limitados como el
agua).
Catalunya cuenta con las bases para aprovechar las oportunidades
que el sector ofrece. Por un lado, tiene una contrastada y reconocida capacidad
científica - con más de 400 grupos de investigación consolidados en
biociencias, centros e institutos de referencia internacional, grandes
infraestructuras, una potente red de hospitales...-y, por otro lado, cuenta con
un tejido empresarial creciente en dimensión y dinamismo: más de 400 empresas
entre biotecnológicas, farmacéuticas, de tecnologías médicas y de servicios,
que ocupan a 22.000 personas, la mitad de las cuales se dedica a la
investigación.
Las empresas biotecnológicas catalanas representan casi el 21% de
todas las del Estado, y según el informe Biocat 2011 - que se publicará a
finales del presente mes de octubre-su participación en la facturación global
del sector es incluso superior y se acerca al 30%.
Finalmente, es clave la internacionalización, y hacer esfuerzos
tanto en el establecimiento de colaboraciones en investigación y en desarrollo
como en la comercialización de productos y servicios avanzados. La
biotecnología ofrece grandes oportunidades de desarrollo económico, unas
oportunidades que Catalunya no se puede permitir el lujo de desaprovechar
Juan de Dios, Esparza Sánchez 1 grado de Trabajo social-
turno mañana
NO SE LEE BIEN!!!
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