miércoles, 5 de diciembre de 2012

Debate y debate (XII): Madrid Arenas y jóvenes

El tema Madrid Arenas y jóvenes ha servido de base para el debate  en clase del grupo de la tarde con dos posiciones antagónicas: una totalmente a favor de los jóvenes y otra totalmente en la que se culpabiliza a los jóvenes y se defiende a los organizadores; durante un breve tiempo la clase se ha trasformado en un punto de debate. En ningún caso se pretendía posicionarse sobre el tema; simplemente ha servido de pretexto para trabajar de forma práctica elementos de la comunicación y el lenguaje a través de esta importante herramienta de comunicación e influencia social y personal. Una moderadora, dos grupos (Grupo A y grupo B) junto a toda la clase (dividida también en dos grupos), un tema de especial actualidad, un contexto  y un tema (debatir sobre los auténticos responsables de la tragedia de Madrid) han permitido estudiar de una forma práctica el lenguaje y la comunicación.

En los tiempos actuales los debates también adoptan otras muchas modalidades. Cada vez son más frecuentes los debates a través de la red bajo distintos formatos. En este sentido se propone continuar con el debate en este blog a partir de los comentarios a esta entrada defendiendo alternativamente posturas a favor y en contra, teniendo en cuenta lo siguiente. Se partirá de un primer comentario con argumentos a favor de los jóvenes; a partir de este primer comentario se alternaran las posturas, de tal modo que necesariamente en el segundo comentario se defenderán argumentos en los que se culpabilizara a los jóvenes y se defenderá  a los organizadores en el tercero a favor y así sucesivamente. También es imprescindible que cada nuevo comentario parta o guarde relación directa con el anterior; un mismo alumno podrá hacer hasta dos comentarios teniendo presente que entre ambos tendrán que mediar al menos cinco comentarios, y que en el segundo tendrá que mantener una posición contraria a la mantenida en el primer comentario. Y por último, los comentarios no podrán tener más de 150 palabras.

5 comentarios:

  1. Yo estoy absolutamente a favor de los jóvenes ya que pienso que toda la culpa de lo sucedido creo que la tienen los organizadores del evento. Una de las principales causas de esta tragedia fue el aumento de aforo ya que se vendieron unas 6.791 entradas más del límite de aforo. Otra de las causas de esta tragedia yo pienso que fue la poca seguridad que había en el evento.
    En fin yo creo que la culpa de esta desgracia fue absolutamente de los organizadores ya que para llevar a cabo un evento con tanta gente se debe llevar todo muy bien organizado y por supuesto no vender más entradas que el aforo máximo permita.
    Andrea García Asensio 1º Trabajo Social grupo tarde.

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  2. ¿Quién tiene la culpa de una tragedia en la que mueren cuatro adolescentes?
    En busca del culpable, para que la memoria de estas chicas pueda descansar en paz, o así piden sus familiares, justicia para ellas.
    Al salir de fiesta una noche, y entrar a un recinto, tu solo esperas divertirte, nadie se asegura de si hay buena o mala seguridad, ¿este puede ser un factor de interés para los jóvenes según lo sucedido? Dudo mucho que miran si hay suficientes guardias en relación al numero de gente, así ya que pagas una entrada ellos son los que deben cuidar de que no haya errores y si sucede algo, saber resolverlo.
    Porque al igual que en medicina un error es una vida menos, en la seguridad de las personas también puede ser una tragedia con vidas que lamentar.
    En esta tragedia¿Le echamos la culpa a la empresa de seguridad? Ellos no fueron los que repartieron tantas entradas, ¿La culpa es de la empresa? Ellos no fueron los que tiraron la bengala, ¿ la culpa es de la irresponsabilidad de algunos jóvenes?

    ¿Quién tiene la culpa?¿ Vosotros lo sabéis? porque la justicia tampoco lo sabe.

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  3. FRANCISCA GEA BÉJAR9 de diciembre de 2012, 18:56

    Respondiendo a tus preguntas: que si la culpa la tiene la empresa, que si la tienen los jóvenes. que si los políticos, la respuesta es: TODOS. Si los políticos que hicieron el contrato a la empresa hubiesen puesto unas cláusulas (aforo mínimo, personal de seguridad contratado por la empresa, etc.), quizás no hubiera ocurrido lo que ocurrió. Pero lo que se hace… al amiguete de turno le damos el contrato y que haga lo que quiera… pues como es amigo… no hay normas.
    Muchos jóvenes van a la fiesta. Ven mucho ambiente. Como han comprado su entrada no piensan en lo que les puede pasar.
    La empresa, la más beneficiada económicamente, vende más entradas para obtener más beneficios; no tiene personal médico: más beneficios, no contrata mucho personal de seguridad: más beneficios. ¿Os dais cuenta que estas muertes han sido la consecuencia de una serie de hechos lamentables para que alguien gane más dinero?.
    Alumna del grupo de la mañana

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  4. La culpa es de los organizadores, esta clarísimo, ya no es decantarse por los jovenes o no, es cuestión de que lo que había allí eran personas y existió un descontrol por parte de los organizadores del evento, incumpliendo las normativas de seguridad por dejar entrar a más gente de la que debiere.Eso va precedido de una normativa de seguridad más una parte de sentido común,por que si dejas entrar a una multitud de personas y abarrotas el recinto es lógico pensar que las probabilidades de que se produzca un desastre aumentan.

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  5. Yo estoy a favor de los jóvenes. La culpa la tiene la mala organización de la discoteca, porque el aforo limitado era de 10.620 personas y vendieron alrededor de 16.700 entradas. La fiesta estaba organizada para que las personas se repartieran en tres salas,cada una de ellas con un número de personas prácticamente igual y la mayoría se concentró en la misma sala. Los porteros tampoco pusieron medidas ante las continuas avalanchas de gente. Dejaron pasar a menores de edad y no evitaron que se superara el aforo. Cerraron la entrada principal, dejaron entrar a 2.000 personas en 23 minutos permitiendo avalanchas incontroladas. Tenían un servicio médico inadecuado. Se colaron 4.000 jóvenes en el recinto y nadie se dio ni cuenta

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