viernes, 2 de noviembre de 2012

Sobre el CASTIGO

Hablar de reglas y de límites, incluso imponerlos, no parece complicado. Lo difícil es conseguir que los niños cumplan esas reglas y respeten los límites. La manera de “castigarlos” implica una gran polémica, aquí expongo una serie de pautas a seguir en el caso de que tratemos con niños:


COMO CASTIGAR...

  • El castigo solo se puede usar acompañado de técnicas como el refuerzo positivo y nunca debe usarse aisladamente de otro tipo de patrones de conducta.
  • Hay que enseñar al niño lo que no se debe hacer y lo que se debe hacer, dando la oportunidad de que conozca ambas, así tendera a reemplazar una por la otra.
  • El castigo es sólo eficaz si hace que disminuya la probabilidad de que una conducta inapropiada se repita, ósea hay que observar los efectos del castigo si no avanza se tendrá que utilizar otra técnica.
  • Si se usa el castigo demasiado a menudo, aunque sea débil  y eficaz, el niño se habitúa y dejará de ser eficaz.
  • Si se castiga hay que asegurarse que a la vez se utilice la disciplina positiva. Utilizar el elogio como medida reforzadora ayudará.
  • El castigo debe producirse tan pronto como se pueda después de la mala acción. Las conductas se controlan mediante consecuencias inmediatas. Todo castigo pierde eficacia si se retrasa ya que el niño lo deja de relacionar con la mala conducta.
  • El niño debe saber lo que le desagrada y las consecuencias que tiene. Hay que explicarle cuales son las reglas y las consecuencias que le seguirán si no las tiene en cuenta.
  • El castigo debe darse siempre y en cada ocasión en que ocurra la mala conducta.
  • No hay que amenazar al niño con castigarle y luego no seguir adelante. La falta de consistencia en el castigo conducen a la mala conducta que se convierte en más firme y más resistente al cambio.
  • El efecto inmediato del castigo es enseñar al niño lo que es correcto, pero dándole la oportunidad de que demuestre lo que ha aprendido, no es recomendable los castigos prologados.
  • El castigo corporal no es recomendable y no debe de ser usado de forma sistemática. No obstante de modo aislado, puede usarse teniendo en cuenta que ha de ser breve y controlado, por ejemplo, sujetando la mano del niño cuando va a hacer algo peligroso o prohibido a la vez que se le dice de modo tajante que no se puede hacer. Funciona sobretodo con niños pequeños.
  • Nunca utilizar el castigo en estados de ira o enfado. En esos momentos utilizaremos técnicas de control no físico: poner la cara en la pared, sobre- corrección, restricciones y supresión de privilegios y objetos.

    Alumna: NOEMI PÉREZ GHARBI, 1º Grado de Trabajo Social, Grupo 1 (Mañana).

8 comentarios:

  1. Cristina Yuste Martinez6 de noviembre de 2012, 22:27

    Para mí el castigo es algo positivo que refuerza la conducta de los niños.
    Desde pequeños nos tienen que enseñar como tenemos que actuar en diferentes situaciones, que es bueno y que es malo, que debemos y que no debemos hacer. Y por eso en algunas ocasiones los castigos sirven para reforzar nuestra conducta y así poder aprender que eso está mal y que debemos de hacerlo de otra forma la próxima vez.
    En el otro extremo se encuentran los castigos físicos como son los bofetadas o las agresiones, en ninguno de los casos se deberia de hacer eso por muy mal que haya hecho algo. Es mejor conversar y poder mejorar su conducta de esa forma.

    Alumna de la Mañana

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  2. estoy de acuerdo con ello, pienso que el castigo es algo natural por lo que todos los padres deben de saber y llevarlo a cabo, para asi poder ser respetados ellos y los demas miembros de su ámbito. Estoy totalmente de acuerdo que un padre riña, o castigue a su hijo sin algo que es lo que mas le gusta por hacer algo mal, asi el niño a fuerza de una y otra vez no volvera a hacer eso. En otro extremo no defiendo para nada que los padres peguen a los hijos a la minima cosa que hagan mal,mas vale hablar y explicarle su fallo para asi poder solucionarlo.

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  3. Todos los padres tienen firmes opiniones sobre el castigo y todos, lo admitan o no, usan el castigo como una forma para enseñar al niño la conducta adecuada siempre y cuando el niño ponga de su parte y reconozca su mal comportamiento.

    Sería maravilloso poder educar a los niños utilizando sólo técnicas positivas, pero no es posible. Para enseñarles patrones de conductas deseables, hay que hacer uso de las consecuencias positivas y negativas. El castigo no debe considerarse necesariamente como bueno o malo. Estoy a favor del uso eficaz del castigo, con una buena técnica. Pero el castigo solo no produce los efectos deseados. Por eso muchas veces nos vemos obligados, ( todos educamos en nuestro entorno, yo por ejemplo educo a mi hermano de 9 años, a veces me paso y para eso estan los padres, por encima de mí y me corrigen de una manera u otra mi forma de educar), en conclusión todos todos aceptamos el castigo pero sin violencia.

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  4. Actualmente todavía no se distingue entre lo que es castigar, un refuerzo positivo hacia una mala actuación y el castigo de la fuerza, pegar ya sea un cachete, una bofetada, una colleja…
    Porque siempre se ha creído que pegar a un niño a tiempo estaba bien para hacerle entender lo que se debe y lo que no se debe hacer, y ya no lo volverá ha hacer más ,pero en realidad ¿Qué le estas enseñando a ese niño, todavía inocente y desconocedor de la realidad al completo?.Que la violencia se puede usar y que es buena. Entonces el niño aprenderá que si el Estado sube los impuestos, peguemos al político, si el banquero no te quiere dar un crédito peguémos le también, si la violencia es buena… En realidad el dialogo y los refuerzos positivos son las mejores técnicas de control. Ya que si se llevan bien a la practica , ese niño aprenderá aunque a ti te cueste más esfuerzo.
    Porque nadie dijo que ser padres es fácil.

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  5. Estoy a favor de que los padres castiguen a sus hijos cuando es debido, todos alguna vez de pequeños hemos sido castigados por nuestros padres y aunque en el momento nos pareciera horrible con el paso de los años nos damos cuenta que todo era para formarnos como personas. Lo hacen con el fin de que comprendamos cuando algo esta bien y esta mal, ya que si a un niño lo dejas hacer lo que quiera, sabiendo que esta haciendo algo malo, este nunca sabrá donde esta su límite, y arrastrara este problema hasta la adolescencia (edad muy complicada).

    Los castigos no tienen que ir relacionados con la violencia física, pero también decir que un cachete en el culo, a mi parecer, no es algo grave como para tratar de violencia y que en ciertos momentos a todos nos han dado uno y no ha supuesto un trauma ni mucho menos.

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  6. Completamente de acuerdo con el escrito. La función de los castigos no es otra que educar al niño. A veces la conducta de los padres respecto a la de sus hijos no es adecuada, ya que el castigo que le imponen es demasiado fuerte en comparación con lo que ha hecho. A pesar de esto, creo que es la única manera de llevar recto a un hijo, buscar lo mejor para el y hacerle ver lo que debe y no debe hacer, para que cuando sean mayores tengan una actitud correcta hacia el resto de personas.

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  7. En mi opinión, a los niños hay que educarlos desde pequeños, y el castigo es un método que utilizamos para que desde bien pequeños sepan lo que está bien y lo que no.
    A los niños se les debe castigar cuando hacen algo mal, porque si ven que hagan lo que hagan van a tener lo mismo, no van a aprender nunca. Por ejemplo, si vemos que un niño sale mucho y no estudia, si lo dejamos salir todo lo que quiera, va a seguir sin estudiar. En cambio, si a ese niño lo castigamos sin salir por no estudiar, se dará cuenta de que si quiere salir tendrá que estudiar y lo hará.

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  8. Estoy de acuerdo con los castigos, ya que los niños deben tener ciertas responsabilidades y no pueden hacer lo que quieran en todo momento.
    Por otra parte, estoy totalmente en contra de los castigos físicos, ya que no creo que sirvan para nada, porque realmente al niño no le enseña nada, lo único que puede pasar es que el niño se vuelva más violento a causa de imitar lo que le enseñan y ve en sus familiares.
    Por lo tanto, estoy de acuerdo con los castigos educativos, es decir, castigos que enseñen y que hagan anular la mala conducta, esto se puede conseguir mediante refuerzos, tanto positivos como negativos, es decir, si el niño hace algo mal, se le pondrá una sanción, se le suprimirá algo que le guste etc, en cambio también se debe premiar cuando hacen algo bien mediante el refuerzo positivo, de esta forma anularan la mala conducta y repetirán la buena.
    Pero los castigos deben ser coherentes, no se puede castigar por todo y sin motivo, ya que el niño se saturará y sería un descontrol; al igual que los castigos deben ser continuados, y si hace alguna misma cosa mal castigarle siempre.

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