El debate sobre la eutanasia abarca una gran variedad de argumentos médicos o jurídicos a favor o en contra y aviva todo tipo de consideraciones éticas ante las cuales la opinión pública se divide y se generan verdaderas batallas políticas.
La palabra eutanasia procede del griego, su
significado etimológico es el de “buena muerte” (del griego eu, bien y
thanatos, muerte) o “muerte en paz o sin dolores”. Actualmente la Real Academia
Española define eutanasia como “Acortamiento voluntario de la vida de quien
sufre una enfermedad incurable, para poner fin a sus sufrimientos”. Como se
puede ver al leer ambas definiciones, el sentido que se daba en la antigüedad
al término eutanasia no es el que hoy generalmente se le da.
La eutanasia tiene por finalidad evitar sufrimientos insoportables o la
prolongación artificial de la vida de un enfermo. Para que la eutanasia sea
considerada como tal, el enfermo ha de padecer, necesariamente, una enfermedad
terminal o incurable, y en segundo lugar, el personal sanitario ha de contar
expresamente con el consentimiento del enfermo.
Para todo tratamiento médico debería ser requisito un consentimiento
informado del paciente, siempre que este sea un adulto competente en
condiciones de tomar una decisión.
Cuando hemos estado a los pies de la cama de una persona amada que agoniza
de mala manera, que sufre con los dolores en la espalda, en las piernas y en la
cadera por la enfermedad tan prolongada, con los espasmos, los ahogos, la
irritación de la piel, el mareo y la debilidad permanente, las ganas de comer y
no poder hacerlo, y vemos ese deterioro progresivo que lo va convirtiendo en
otro ser, en otra persona distinta de la que conocíamos, nos preguntamos
entonces por qué la medicina no contempla para ciertos casos especiales
la posibilidad de una muerte rápida y sin dolores atroces. En casos así,
extremos, terminales, donde el paciente no tiene retorno y donde se sabe
que sus últimos días serán un infierno de desesperación y sufrimiento, debería
permitirse una muerte asistida.
Para
comenzar voy a reconocer que en un
principio estaba confundida por parte de los de los dos lados; del lado a favor
y del
lado en contra, no tenía claro con qué
lado estaba más segura pero tras escuchar el debate estoy ya segura con cuál estoy y, es que en realidad estoy a favor de la
eutanasia, ya que la eutanasia se le va a
inyectar al paciente que no tenga esperanzas de vida, es decir, que no tiene solución
y su estado es un estado vegetal, en coma, y, ya que el resultado va a ser el
mismo se opta claro,,, siempre con un permiso, los médicos no van a incorporar
la eutanasia a un paciente porque sí; sino que con unos permisos necesarios, en
un término más culto: para que la eutanasia sea considerada como tal, el
enfermo ha de padecer, necesariamente, una enfermedad terminal o incurable, y
en segundo lugar, el personal sanitario ha de contar expresamente con el
consentimiento del enfermo.
Un enfermo en etapa terminal o vegetativa no tiene
posibilidad de seguir viviendo, eventualmente su sufrimiento es latente aunque
parezca que se mueve o que siente,
entonces alargar su sufrimiento únicamente es como una muestra de egoísmo.
El enfermo tiene que tener muchísimos cuidados de hospital, cuidados que bien
pueden dárselos a otra persona que en verdad tenga posibilidad de curarse.
Los
integrantes del debate a favor apoyan el
derecho de la persona , el de una muerte digna, (eutanasia) la cual se lleva a
cabo con unas condiciones, ya se sabe que no se le va a practicar la eutanasia
a cualquier paciente o persona que lo pida, ya que en ocasiones hay personas
que prefieren morir a sentirse solas en la vida, , pero a esas personas se les
ayuda ;primero se anima a la persona, ya que los apoyos sociales influyen en esas personas que se sienten solas, son
pesimistas, o depresivas, hay que apoyarla, y con el Apoyo Social llevan una vida por delante y mejor.
La eutanasia sólo se aplicaría en casos muy concretos y limitados.
Es admirable que algunas personas muy enfermas o con
graves discapacidades saquen su vida adelante, pero no se les puede exigir
eso a todas.
Kaoutar Baata Chaqui
1º en Grado de Trabajo Social, grupo 1 (Mañana)
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Mi opinión sobre la eutanasia ya la dí en otra entrada anterior, pero me gustaría aportar en esta que estoy totalmente de acuerdo con lo dicho al final: "La eutanasia sólo se aplicaría en casos muy concretos y limitados.
ResponderEliminarEs admirable que algunas personas muy enfermas o con graves discapacidades saquen su vida adelante, pero no se les puede exigir eso a todas."
En verdad no estoy 100% en contra o a favor, simplemente habría que valorar el caso de la persona en cuestión.
Ayer leí una noticia en 20minutos que me recordó este tema, la noticia se titula: "Un paciente logra comunicarse por escáner tras doce años en estado vegetativo", dejo el enlace por si a alguien le interesa: http://www.20minutos.es/noticia/1646117/0/coma/paciente/routley/
Yo estoy a favor de la eutanasia en los casos en los que una persona lo esté pasando mal porque antes de que esté sufriendo, mejor que no esté, porque no solo sufren ellos sino también los que están a su alrededor.
ResponderEliminarGracias a la eutanasia ponemos fin a ese sufrimiento.
Pienso que debe de ser únicamente el paciente o sus familiares los que decidan si merece o no merece la pena seguir viviendo, que no sea un médico el que decida por ellos.